El movimiento independentista mexicano tiene como marco la
Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del
siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de
España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las
reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la
conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. En
1810, los
conspiradores de Querétaroestuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el
16 de septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de
Dolores (
Guanajuato), convocados por el cura
Miguel Hidalgo y Costilla.
A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales a España. Al principio se reivindicaba la soberanía de
Fernando VII sobre España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas más radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la
abolición de la esclavitud.
José María Morelos y Pavón convocó a las provincias independentistas a conformar el
Congreso de Anáhuac, que dotó al movimiento insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el movimiento se redujo a una
guerra de guerrillas. Hacia 1820, sólo quedaban algunos núcleos rebeldes, sobre todo en la
sierra Madre del Sur y en
Veracruz.
La rehabilitación de la
Constitución de Cádiz en
1820 alentó el cambio de postura de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español. Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquistas decidieron apoyar la independencia de Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia insurgente.
Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los
conspiradores, y a principios de
1821 pudo encontrarse con
Vicente Guerrero. Ambos proclamaron el
Plan de Iguala, que convocó a la unión de todas las facciones insurgentes y contó con el apoyo de la aristocracia y el clero de Nueva España. Finalmente, la independencia de México se consumó el
27 de septiembre de
1821.
DEL TEXTO ANTERIOR TRATA DE HACER UN MAPA MENTAL.
Saludos a todos, fue divertido jugar el viernes, recuerda que el lunes si hay que ir a la escuela, te espero con tu representación y su correspondiente explicación de tu vestuario o un cartel con algún traje típico de alguna región así como su correspondiente explicación de donde es y quienes lo visten.